jueves, 28 de febrero de 2013

Cómo especular contra la deuda pública de un país como España


Por Eduardo Garzón Espinosa
¿Por qué sube la prima de riesgo de un país?  En principio porque los inversionistas financieros (conocidos como “los mercados”) confían menos en la solvencia del país en cuestión. Recordemos que cuando el Estado de un país emite deuda pública, lo que está haciendo en realidad es entregar títulos (papelitos) a cambio de que le presten dinero. Esos préstamos tienen un tipo de interés, que es el coste que tiene que pagar el Estado por haber pedido dinero prestado. Por ejemplo, en el año 2012 un inversionista recibe un título del Estado español y a cambio le presta 1000 euros a un tipo de interés del 1% con fecha de vencimiento de un año. En 2013 el inversionista devolverá el título y el Estado español le devolverá los 1000 euros más el 1% en concepto de intereses (10 euros), en total: 1010 euros. El inversionista termina con más dinero del que tenía al principio, y de esta forma se lucra.
El tipo de interés que acuerden será más alto a medida que el Estado empeore su situación económica, puesto que es una forma de compensar el posible hecho de que al final el Estado no pueda devolver el dinero. De la misma forma, a mejor situación económica del país, menor tipo de interés. Si los inversionistas creen que un estado es solvente y podrá devolver el dinero que le prestan, entonces pedirán un tipo de interés reducido. Esto es precisamente lo que ocurre actualmente con Alemania. Los inversionistas piensan que el Estado alemán es solvente y por lo tanto le prestan dinero “barato” (es decir, a un tipo de interés reducido: 1,62%). Al mismo tiempo esos mismos inversionistas creen que España tiene probabilidades de tener problemas de solvencia y no pagar sus deudas, por lo que le prestan dinero a un tipo de interés más elevado (5,17%). A la diferencia existente entre el tipo de interés que le piden a Alemania y el que le piden a España se le denomina “prima de riesgo” (5,17% – 1,62% = 3,55% = 355 puntos básicos (1)).
Parece comprensible que los inversionistas cada vez confíen menos en el Estado español, debido a la desastrosa situación económica que está atravesando. Pero, ¿es comprensible que en ocasiones la prima de riesgo española se dispare en un solo día, o incluso en unas pocas horas, cuando no ha pasado nada digno de mención en la economía española? Eso no parece tener sentido, al menos no si sólo tenemos en cuenta que el tipo de interés sube o baja dependiendo de la confianza que tengan los inversionistas en la solvencia del Estado. Lo que ocurre es que en ese movimiento influyen otros factores, y especialmente el de la especulación financiera.
Especular es comprar barato y vender caro para obtener beneficios con la diferencia de precios. En el mercado financiero es relativamente fácil especular porque el precio de los activos responde sensiblemente a los cambios en la oferta y demanda de títulos. Un pequeño inversionista no podrá influir en el precio de un activo, pero un gran inversionista que posea cantidades mastodónticas de dinero sí lo podrá hacer. Aquí ofrecemos una explicación sencilla de una de las formas a través de las cuales los especuladores financieros obtienen enormes beneficios atacando a la deuda pública de los países (y particularmente a la deuda española a partir de 2010).
1)      El primer movimiento del especulador consiste en descubrir alguna debilidad de algún país.Al igual que los tiburones atacan cuando huelen la sangre, los especuladores atacan cuando encuentran alguna fisura en la salud de una economía nacional. Es por este motivo que los especuladores no pueden atacar a países como Alemania o Estados Unidos, sino que sólo pueden hacerlo con aquellos países menos vigorosos (España, Grecia o Portugal son algunos ejemplos; las dudas económicas sobre estos países a partir de 2010 los convirtieron en presas fáciles de abordar).
2)      El segundo movimiento consiste en comprar CDS para utilizarlos como “caballo de Troya”.Un CDS es un título financiero (papelito) que funciona como un seguro. Al igual que un seguro de coche te cubre en caso de accidente, un CDS te cubre en caso de que algún Estado no te devuelva el dinero que le prestaste. El especulador le compra los CDS a un banco de inversión que se compromete, en caso de que el Estado español no devuelva el dinero, a cambiarle el título de deuda pública española por un título de deuda pública alemana (que goza de mayor confianza y seguridad). El CDS tiene un precio, que será más alto conforme más elevado sea el riesgo de que el Estado no devuelva el dinero (al igual que un seguro de coche es más caro conforme más probabilidades tenga el conductor de sufrir un accidente). Puesto que todavía (principios de 2010) no hay dudas serias sobre la solvencia del Estado español, este precio es bajo. El especulador se asegura de comprar muchos títulos de CDS para que luego funcionen como un “caballo de Troya”.
Lo gracioso es que el especulador puede comprar los CDS aunque no tenga títulos de deuda pública en su poder, debido a las pocas normas regulatorias que existen en los mercados financieros.
3)      El tercer movimiento consiste en pedir prestados una cantidad enorme de títulos de deuda pública en el mercado secundario. El especulador obtiene así muchísimos títulos de deuda pública española que se compromete a devolver pasado un tiempo. Pero antes de que llegue el momento de devolverlos, los venderá de forma masiva y en un solo día (las normas de los mercados financieros permiten hacer algo tan estrafalario como vender títulos que te han prestado). La venta de tantos títulos de deuda pública no pasará desapercibida, y los demás inversionistas verán en ella una señal de que están empezando a desconfiar de la solvencia del Estado español, puesto que parece que hay mucha gente vendiendo los títulos de deuda pública española. Si esta acción se acompaña de rumores y opiniones (por parte de expertos relacionados con el fondo especulador, por ejemplo) que lanzan el mensaje de que el Estado español tendrá problemas para afrontar sus pagos, entonces el efecto será aún mayor, y los inversionistas poseedores de títulos de deuda pública española se asustarán y venderán ellos también todos los títulos que puedan. Como muchos agentes quieren librarse de los títulos a toda costa, los venderán al precio que sea y esto hará que pierdan mucho valor (por la ley de la oferta y la demanda; cuantos más agentes ofrezcan algo, más bajará su precio).
Al mismo tiempo, nuestro especulador utiliza el dinero que ha recibido por la venta de títulos de deuda española para comprar títulos de deuda pública alemana, empujando al alza la valoración de estos títulos alemanes (por la ley de la oferta y la demanda; cuantos más agentes demanden algo, más subirá su precio).
4)      El cuarto movimiento se produce de forma automática: es el impacto que tiene el “caballo de Troya” instalado a través de los CDS. Recordemos que nuestro especulador compró muchos CDS (seguros) a un banco de inversión. Este banco de inversión (vendedor de seguro) empieza a ver que el Estado español tiene más posibilidades de quebrar. Puesto que se comprometió a entregar títulos de deuda pública alemana a los compradores de CDS en el caso de que el Estado español quebrara, lo que hace el fondo de inversión es comprar títulos de deuda pública alemana para tener suficientes en su cartera (y también vender títulos de deuda española porque tienen ya muy poco valor). Estos dos movimientos reforzarán la senda iniciada por nuestro especulador: venta masiva de títulos de deuda pública española (lo que reducirá su precio) y compra masiva de títulos de deuda alemana (lo que aumentará su precio).
5)      El último movimiento consiste en recoger las ganancias realizadas por el movimiento especulativo. Nuestro especulador compró muchos títulos de deuda alemana a un precio bajo, y ahora que han aumentado mucho su valor los vende, obteniendo suculencias ganancias. Además, ahora comprará títulos de deuda pública española a precios muy bajos y los devolverá al agente que se los prestó en su día. Pero para rematar la jugada venderá los CDS que compró al principio, puesto que ahora se valoran mucho más ya que hay gente asustada que quiere comprar seguros por si el Estado español quiebra. Más ganancias al vender los CDS.

Así es cómo los especuladores actuaron y actúan para cosechar beneficios mastodónticos al mismo tiempo que ponen a España y otros países contra la espada y la pared al provocar un aumento importante de sus primas de riesgo (ya que la confianza en sus títulos de deuda baja, y la depositada en los títulos alemanes sube). Una actuación abominable y criminal que está permitida por los grandes poderes públicos de los países occidentales.

Notas:
(1)    A 20 de febrero de 2013.
Fuente: http://eduardogarzon.net/como-especular-contra-la-deuda-publica-de-un-pais-como-espana/
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viernes, 22 de febrero de 2013

Conversación: Sobre la situación empresarial


Por Santiago Niño Becerra
No se pierdan ni una coma de la conversación que viene  a continuación. Se inicia con un mail que recibí hace unos días:
“Soy el propietario, de 2ª generación, de una pequeña empresa de instalaciones con más de 35 años de antigüedad.  Desde que empezó la crisis hemos enfocado todos nuestros esfuerzos en ser competitivos y eficientes y eso nos ha permitido mantenernos a flote. Pese a nuestros esfuerzos, nuestros márgenes se han ido reduciendo debido a las bajadas de precios de productos y servicios derivados de una competencia cada vez más feroz y del efecto de la inflación.
Desde que  hemos entrado en el 2013 estamos prácticamente parados, y las faenas que se hacen son con un margen de beneficio muy pequeño y todo y eso a la gente le parece caro. Ha habido un cambio psicológico respecto al valor del dinero y en este momento un producto o servicio que apenas cubre costes a la gente le parece caro.
Viendo este panorama uno no sabe si dejarlo e irse a otro país o seguir. Para mí la clave de esta ecuación está en el tiempo que va a durar esta situación, si estamos tocando fondo y vamos a estar 2 años me puedo plantear seguir, pero si la cosa se alarga más habrá sido un desgaste y un sufrimiento innecesario estar 2 años luchando para luego cerrar.
Este es el motivo por el cual me dirijo a usted. Usted ha estudiado la estructura económica de crisis similares. ¿Podría decirme cuanto tiempo vamos a estar en el fondo? ¿Estamos en el fondo, fondo?  ¿Cree que aguantar 2 o 3 años cubriendo costes es un esfuerzo que va a ser inútil?
Respecto a la burbuja inmobiliaria, ¿existe algún suelo en los precios de los inmuebles?. He estado mirando precios de inmuebles en Estados Unidos (Zona de Detroit) y me he quedado asustado de los precios de las casas en algunas zonas, ¿Puede suceder algo similar aquí? Le adjunto link de inmobiliaria: http://www.trulia.com/MI/Detroit/
Mi respuesta fue:
“Ya hemos llegado al un punto crucial, y Ud. lo expresa magistralmente: da igual el precio que Ud. ofrezca, siempre parece cara su oferta porque quien tiene que pagar le es escaso el bien con que pagarle, es decir, hay escasez de dinero (o de capacidad de endeudamiento, es igual). Eso es típico de una situación deflacionaria en la que la Economía puede llegar a paralizarse, independientemente del nivel de precios.
Pienso que el 2013 está muerto, al igual que parte del 2014. Se irán adoptando medidas ya tomadas y se diseñarán nuevas medidas que se adoptarán, y el efecto de eso será más depresivo. A partir del 2014 pienso que se logra una estabilización y que se pondrá en marcha un principio de recuperación pero desde donde estará en el 2014, y no con el objetivo de llegar a donde se estaba en el 2006, sino para empezar a partir de ahí.
¿Qué quiere decir esto?, pues que si su empresa hace cosas necesarias y las hace bien y son productivos y ..., habrán sobrevivido (aunque hayan tenido que recortar tamaño) y podrán permanecer junto a otra empresa semejante a la suya en un área en la que antes habían cinco. E irán haciendo cosas en un mundo que no será el del 2006, sino más pequeño. Y cuando eso suceda a eso se le llamará recuperación.
Ojo con esos precios de las casas en USA. Precisamente en Detroit los bancos han estado vendiendo casas a 1 USD si el comprador se hacia cargo de la hipoteca. Coja una referencia: de media, desde el 2007, en Irlanda la vivienda ha bajado el 55%; a partir de ahí ... Pienso que en España la vivienda va a bajar más”.
Y me respondió:
“Hay una frase dentro de su respuesta que me parece clave: ‘Eso es típico de una situación deflacionaria en la que la Economía puede llegar a paralizarse independientemente del nivel de precios’. Creo que esto es muy fuerte, en el sentido de que en ese entorno las empresas no pueden sobrevivir debido a sus costes fijos y deudas. Van a rodar muchas cabezas. ¿Cuánto tiempo puede paralizarse una economía?
Al inicio de la crisis, en una conversación con mi padre hablamos de que antes de caer nosotros tendría que caer media España debido a que nosotros teníamos unos balances muy saneados, no teníamos pasivos y teníamos algún activo; estábamos convencidos de que eso no podía suceder.  A día de hoy esto se ha convertido en una opción viable pues pese a tener un balance saneado nuestros activos inmobiliarios se han convertido en pasivos (locales que no hay manera de alquilar ni vender y sus correspondientes derramas de comunidad y gastos varios siguen y seguirán llegando)  Si a esto le sumamos que nuestra principal fuente de ingresos, nuestra actividad, se está agotando...
  Lo más fuerte del asunto es que si nosotros tenemos posibilidades de caer, pese a no tener deudas y un balance saneado, ¿¿¿Cómo estarán los demás???  ¡¡Dios mío!!
Creo que debido a que el precio no es el problema, por mucho que bajemos los precios siempre habrá alguien que baje más, el enfoque tendrá que ser en ofrecer cosas únicas, productos o servicios escasos y necesarios. Trabajaré en ese sentido.
Aprovecharé para hacerle una última pregunta. ¿Cómo podemos deshacernos de activos inmobiliarios que el mercado no los quiere ni a precio de liquidación? ¿Alquiler hiper barato para cubrir gastos y aguantar el temporal hasta que salga el sol?”
Y mi contestación:
“No, siempre no habrá quien baje más: simplemente no podrá no cubrir sus costes fijos, por lo que, si lo hace, no podrá pagar lo que debe. Especializarse está bien, pero pudiendo, a la vez, atender cualquier demanda (otra cosa es que fuesen líderes en algún proceso de la industria aeroespacial, por ejemplo). Partan de que son ricos: no tienen deudas.
¿Cómo deshacerse de un activo inmobialiario que es suyo?. Regalándolo, por ejemplo. Pero no se precipite. Vaya a un experto en temas inmobialiarios y hable con él. Deduzco que hoy no precisa para vivir de los ingresos que podría obtener, luego con cubrir los gastos que le cuesta ya haría (de momento, claro).
Insisto: es rico: no tienen deudas”.
¡Hay que ver, pensé tras pulsar la opción de ‘Enviar’, lo que pueden cambiar las cosas en unos muy pocos años!. ¡Hay que ver!. (Me quedé con la idea de que un activo que no rinde se convierte en un pasivo: tiene miga).
Fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/conversacion1
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jueves, 21 de febrero de 2013

HECHICEROS DE LA ECONOMÍA, PYMES Y EMPLEO


Por Alberto Garzón
Las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para los países de la eurozona son el mejor reflejo de una política económica inspirada más en la ideología –en el modelo de sociedad que se pretende alcanzar- que en los datos económicos. Y sorprende porque precisamente lo que se vende es lo contrario, es decir, que estamos ante políticas neutrales desde el punto de vista ideológico y puestas en marcha por tecnócratas ajenos al juego político. Obviamente, nada más lejos de la verdad.
Por un lado, estas políticas estén resultando contraproducentes de acuerdo con los objetivos oficiales de creación de empleo y recuperación del crecimiento económico. Las recomendaciones oficiales del FMI –que es parte de la llamada troika- se recargan de retórica económica para anunciar que, en caso de seguir sus instrucciones, devendrá la esperada y deseada salida de la crisis. Pero en realidad nunca llega tal meta. Baste un ejemplo entre tantos. En el año 2010 el FMI anunció que Grecia decrecería un 2’6% en 2011 y que saldría de la crisis en 2012 creciendo al 1’1%. Hoy sabemos que Grecia decreció un 6’9% en 2011 y otro 6% en 2012. No parecen atinar muy bien estos expertos.
Por otro lado, estas políticas están enmarcadas en lo que se ha convenido en llamar planes de ajuste. Estos planes de ajuste se caracterizan por exigir la consolidación fiscal (reducción de la deuda pública, reducción del gasto público e incremento de los impuestos indirectos), el control de la inflación, reformas en el mercado de trabajo (reducción salarios públicos, reducción poder sindicatos, reducción prestaciones por desempleo) y reformas sociales (fragmentación educación, elevación edad jubilación, etc.). Hablamos del mismo tipo de políticas aplicadas en los años 80 en América Latina, entonces bajo el abrigo del llamado “Consenso de Washington” y que empujaron al continente entero a lo que luego se llamó la “década perdida”.
Pero lo más notable es que, a diferencia de lo que se espera de una ciencia rigurosa, estos expertos hacen oídos sordos de los datos que reflejan la realidad económica. Deben pensar que si la realidad y la teoría no coinciden… es la realidad la que está equivocada. No de otra forma puede comprenderse que, después de más de cinco años aplicando recetas que no dan frutos algunos, sigan pensando en la validez de sus argumentos. O quizás es que basan sus discursos en el dogma, y ya se sabe que poco puede discutirse racionalmente con quienes abrazan la fe de esa forma.
Veamos un ejemplo útil para revelar esta cuestión. En España hay, según el Ministerio de Industria, en torno a 3.246.986 empresas y de las cuales el 99’89% son pequeñas y medianas empresas (PYME). La inmensa mayoría, de hecho, son autónomos y empresas con menos de 10 trabajadores. Lo más característico de estas PYME es que en 2011 generaban el 63’9% del empleo, incluso tras varios años perdiendo empleados.
Parecería obvio a cualquiera que si se quiere recuperar el empleo hay que, para comenzar, informarse de cuáles son los problemas que enfrentan las PYME a la hora de contratar trabajadores. Por esa misma razón los servicios de estudio del Banco Central Europeo elaboran una encuesta regular, que arroja los siguientes resultados en su publicación de mediados de 2012:
problemaempresasespaña
Según estos datos el principal problema de las empresas españolas, más acuciante en las PYME que en las grandes empresas, es la incapacidad de encontrar clientes. Es decir, falta de consumo y, en términos económicos, de demanda. En segundo lugar destaca el problema de falta de acceso a la financiación, también más elevado en las PYME. Y sólo muy de lejos aparecen otros problemas, ligeramente más importantes para las grandes empresas, como son la competencia, los costes laborales y la regulación.
Estos datos son consistentes con la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre el mismo tema, publicada en julio de 2012, que señalaba que el 63’8% de las PYME consideraba que la falta de financiación era el principal motivo por el que era difícil poner en marcha un negocio. El 19’3% consideraba que el principal problema era de dificultad en la regulación y sólo un 2% achacaba el problema a diferencias regulatorias entre Comunidades Autónomas. Por otra parte, el 40’4% de las PYME señalaba que el principal riesgo es la incertidumbre en los ingresos.
Con estos datos en la mano uno no tiene más remedio que preguntarse por qué motivo la troika y los Gobiernos de los países de la eurozona se empeñan en poner en un lugar central la reforma del mercado de trabajo y aplicar políticas de austeridad que empobrecen y agudizan el problema que señalan las empresas que más crean empleo. O por qué reestructuran el sistema financiero, con el ingente gasto de recursos que ello conlleva, si no consiguen abrir el grifo del crédito financiero al utilizar la banca pública como espacio de rescate de acreedores y no como instrumento económico al servicio de la economía real. Es fácil comprobar que esas políticas son desastrosas y contraproducentes, como decíamos, pero alguna razón debe haber tras esta estrategia.
Y ello tiene que ver, sin duda, con la ideología neoliberal, es decir, con el modelo de sociedad que pretenden implantar en los países de la eurozona. Como hemos apuntado en otras ocasiones, la troika ha diseñado un modelo de crecimiento para nuestros países que implica una reestructuración del modelo de sociedad. De ahí que la persecución del objetivo sea simplemente una opción política e ideológica, y que ignoren los datos empíricos. Se trata, insistíamos, en una estrategia de cambio social y no en una aplicación técnica, sincera y rigurosa del instrumental económico. En definitiva, son hechiceros haciéndose pasar por expertos.
Fuente: http://www.agarzon.net/hechiceros-de-la-economia-pymes-y-empleo/
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miércoles, 20 de febrero de 2013

Lo que Mr. Draghi dijo


Por Santiago Niño Becerra
Anteayer estuvo en España el presidente del BCE. Habló con diversas personas y habló en el Parlamento, sin luz, sin taquígrafos, sin micrófonos y, según parece, con inhibidores de señales usadas por elementos TIC. ¿Qué dijo (al menos en parte) Mr. Draghi en su visita a España? (Todas las citas que vienen a continuación están tomadas de la información publicada por El País del 13.02.2013 en su Pág. 21).
“Es importante que haya un plan fiscal a medio plazo, con información detallada con los recortes en de gasto y los potenciales aumentos de impuestos. Es algo esencial para todos los países”. Es decir, que las cosas estén claras, sean y queden reconocidas, se escriture un compromiso, y que tal compromiso sea aceptado. Y por si alguna duda quedaba, volvió a recordar que los rescates no se dan, se piden, y luego ya se verá. (Por cierto, ¿se han dado cuenta de que del rescate de Chipre no ha vuelto a hablar ni el Tato?; pero sigue su marcha, sigue su marcha).
“(Los ciudadanos) no deberían sentir que han sido abandonados a su suerte”. Vale, no deberían sentirlo, pero, ¿lo están siendo, o no?. La realidad pura y dura es que todo el mundo debe la tira, pero los países más pobres no sólo no pueden pagar lo que deben sino que no tienen casi nada para dar a cambio. España es alabada porque exporta (de todos modos, analicen quienes exportan qué en España) y eso significa ingresos. ¿Recuerdan cómo eran los planes de pago de deuda de los países latinoamericanos en los 80?; exactamente: tenían que destinar una parte (enorme) de sus ingresos por exportaciones al pago de la deuda. ¡Claro que es bueno que España exporte mucho! Pero, partiendo de la base de que el consumo interno está hundido y así va a seguir, porque cuanto más exporte España más pasta tendrá para destinar al pago de intereses de su deuda.
Y ojo. España está muy mal, pero “ningún país europeo ha terminado su trabajo”. En todas partes existen excesos de capacidad, enormes, monstruosos. Excesos de capacidad de una oferta creada a la luz de unas expectativas de demanda que se han ido, tras ser alimentadas con unos volúmenes de créditos que no volverán. Y excesos de capacidad de una demanda nacida y crecida a base de unos volúmenes de endeudamiento que parecían no tener fin. De eso hay en todas partes -aquí, en comparación, más-, y va a tener que ser liquidado.
Y por si alguna duda quedaba: “Pese a estas señales de mejora, el ajuste aún no está produciendo un efecto visible en la vida diaria de las personas. Por ello, la frustración de algunos sectores de la población es comprensible”. Los sinsabores no se han acabado: vendrán más. Y la pregunta: no se están produciendo pero, ¿llegarán a producirse?. Pienso que no: ¿es necesario que se produzcan teniendo en cuenta que el objetivo ya no es ir-a-más.
Y la puntilla: “Hoy los bancos españoles están bien capitalizados y en posición de prestar”. Entonces, si no lo hacen es porque … ¿los prestatarios no tienen credibilidad ni fiabilidad para ser merecedores de un préstamo?. Es fortísimo, ¿no?.
Pienso que el presidente del BCE vino a explicar lo que va suceder a partir de ahora, lo que está bien; lo que está muy mal es que tales explicaciones se escamoteen a la ciudadanía, máxime cuando el mismo Mr. Draghi dijo que no tenía ningún problema en que su comparecencia se hiciese pública. ¿Decidió, entonces, el Gobierno del reino que esa ciudadanía no tenía suficiente capacidad para entender lo que Mr. Draghi tenía que decir por lo que mejor era que no lo oyese?. (En cualquier caso, si el presidente del BCE tiene que decirle a alguien algo fundamental en plan privado no hace ninguna falta que se monte un show como el acontecido el pasado Martes; pero un show perfectamente puede ser parte de otro show mayor).
¿Lo otro que dijo Mr. Draghi?. Pues se dice que vino a desarrollar las tres condiciones que han impuesto a España si finalmente acaba solicitando el rescate de la deuda; ya saben: que coja dos de estas tres: 1) reducción del número de funcionarios en un 10%; 2) reducción del importe de las prestaciones por desempleo en un 10%; 3) reducción de los importes de las pensiones en un 15% o prolongación de la edad de jubilación en siete años. ¡Uhauuuuuuu!.
Fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/lo_que_mr._draghi_dijo
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martes, 19 de febrero de 2013

8 grandes mentiras de Draghi en el Congreso de los Diputados


Por Eduardo Garzón Espinosa
Ayer, martes 12 de febrero de 2013, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, compareció en el Congreso de los Diputados  para explicar la actuación del BCE en la Eurozona. Dejando a un lado lo vergonzoso y antidemocrático que resulta el hecho de que la comparecencia fuese a puerta cerrada (y lo absurdo que fue, porque luego publicaron el discurso en internet), no puedo resistirme a denunciar aquí las mentiras, falacias y medias verdades que empleó Draghi durante su sermón. Debido a que si quisiera comentarlas todas necesitaría escribir un libro, lo que haré será centrarme en aquellas que resultan más aberrantes y bochornosas.
1.       Nuestras medidas han aliviado las restricciones de financiación de las entidades que deciden renovar o ampliar sus préstamos a empresas y hogares, eliminando así un obstáculo para el crecimiento.
Absolutamente falso. El BCE no le ha dado dinero a los bancos para que se lo presten a empresas y familias, sino para tapar sus enormes agujeros. De hecho, hoy día los bancos españoles dan menos créditos que nunca en la historia reciente. Es más, España está a la cola mundial de acceso al crédito según el Foro Económico Mundial. ¿Cómo puede el señor Draghi mentir tan descaradamente y quedar impune? ¿Y por qué los periodistas repiten su discurso sin cuestionar la veracidad de sus palabras?
2.       El primer elemento clave ha sido reducir nuestro tipo de interés oficial hasta el 0,75 %, un nivel sin precedentes en prácticamente todos los países de la zona del euro.
Se le olvida comentar que el tipo de interés oficial de EEUU está mucho más bajo, concretamente en el 0,25%; que el de Japón está en el 0,1%; o que el del Reino Unido esté en el 0,5%, entre otros.
3.       En particular, las dificultades se derivan de los grandes desequilibrios existentes en sectores altamente endeudados y de la falta de saneamiento de las finanzas públicas en algunos países de la zona.
Es decir, para Draghi la culpa de la crisis europea la tienen los sectores que se han endeudado y las administraciones públicas que han gastado más de lo que han ingresado. Con respecto a esto, hay que decirle a Draghi unas cuantas cosas.
En primer lugar, en España los sectores más endeudados han sido las grandes fortunas y las grandes empresas, cegados por un ansia de ganancias que obtenían a través de una especulación desorbitada con apalancamiento financiero. En cambio, la mayoría de las familias menos adineradas que se endeudaron lo hicieron para comprar una vivienda de primera residencia (que es un derecho recogido en nuestra Constitución) obligados por los bajos salarios y el elevado precio de las viviendas. Y sin embargo, las grandes fortunas y las grandes empresas no se están viendo perjudicadas por los recortes a los que obliga el BCE, sino todo lo contrario: los millonarios españoles están engrosando sus fortunas durante la crisis (en algunos casos se han incrementado en un 50%), y los beneficios de las 35 mayores empresas españolas que cotizan en Bolsa no paran de aumentar (diez de ellas han batido en 2012 su récord de beneficios). Por lo tanto, quienes están pagando los platos rotos son otros: la mayoría de la población que apenas se benefició de la burbuja inmobiliaria.
Además, este elevado endeudamiento fue permitido y facilitado por la estructura y normas de la Unión Europea, de la cual el BCE es la principal institución responsable por ser la autoridad monetaria de la Eurozona. Si la culpa es del endeudamiento, y la responsabilidad del endeudamiento es del BCE, entonces Draghi debería culpar a su propia institución de la crisis europea, y no a los sectores endeudados.
Por otro lado, Draghi culpa a las administraciones públicas por no estar saneadas. Pues bien, la de España estaba saneadísima ya que gozaba de un superávit del 1,9% sobre el PIB en el año 2007 (año de inicio de la crisis). Y la media de todas las administraciones públicas de los países europeos alcanzaba solamente un déficit de -0,7%. Si los datos demuestran esto, ¿cómo es posible que el presidente del BCE tenga tan poca vergüenza como para culpar a las finanzas públicas? Es evidente que este economista tan preparado está mintiendo a conciencia. Lo triste es que ello se permita.
4.       Los países de la zona del euro han reducido casi a la mitad sus déficits presupuestarios […]. Excluidos los pagos de intereses, el déficit primario del conjunto de la zona del euro fue prácticamente nulo.
Lo que está diciendo Draghi es que, de media, los países de la Unión Europea presentan déficit simplemente porque pagan intereses por haberse endeudado en el pasado. Si no pagaran intereses, no tendrían déficit. Y si pagaran muchos menos intereses, apenas tendrían déficit. Lo que no dice Draghi es que esos interesesserían muchísimo más reducidos si la institución de la que es presidente, el BCE, financiara a los Estados en vez de hacerlo a los bancos privados para que éstos financien a los Estados (obteniendo un beneficio por ello). Es decir, en la mano del BCE estaba y está la posibilidad de que los países europeos tengan un déficit mucho menor (y menor prima de riesgo, y menor necesidad de recortar gastos y subir impuestos), pero nunca lo ha querido hacer porque prefiere dar el dinero a los bancos privados para que sanen sus heridas.
5.       El déficit por cuenta corriente de España se ha reducido considerablemente, desde casi el 10 % del PIB en 2008, hasta aproximadamente el 1 % en 2012. 
Cierto, pero Draghi olvida intencionadamente explicar por qué ocurre esto. El saldo por cuenta corriente es la diferencia de lo que vende España al extranjero con lo que compra al extranjero. Durante la burbuja inmobiliaria España presentó un déficit creciente, porque compraba más cantidad de productos y servicios al extranjero de los que vendía. Hoy día esa diferencia se está reduciendo, pero no porque España esté vendiendo mucho al extranjero, sino porque ahora compra muchísimo menos debido a la caída del consumo privado de las familias españolas (en 2009 las importaciones se redujeron en un 27%). Es decir, el déficit comercial se está reduciendo porque ahora somos mucho más pobres y compramos menos cosas al resto de países.
6.       El peso de las exportaciones en el PIB se incrementó en unos 10 puntos porcentuales en España.
El peso de las exportaciones en el PIB (X/Y) depende de la evolución de las exportaciones (X) pero también depende del tamaño del PIB (Y). Es decir, el indicador puede aumentar porque aumenten las exportaciones o porque disminuya el PIB, o ambas cosas. En el caso español, aunque es cierto que las exportaciones han crecido, la caída del PIB ha destacado aún más, por lo que el indicador ha mejorado en buena parte gracias a que el PIB español es mucho menor ahora que antes, y no tanto porque las exportaciones estén aumentando.
7.       El BCE está contribuyendo activamente a una reducción del riesgo de naturaleza macroeconómica: estabilizando firmemente las expectativas de inflación.
Ése es precisamente el problema: la obsesión del BCE por controlar la inflación, para lo cualestá estrangulando (conscientemente) a la economía europea. En Estados Unidos la inyección de capital ha sido mastodóntica así como la bajada del tipo de interés oficial y la inflación no ha aumentado en absoluto. Como ya expliqué en un artículo anterior, en etapas de recesión como la actual un aumento de la oferta monetaria no provoca inflación.
8.       Tras exponer brevemente nuestra actuación, escucharé con gran interés sus opiniones sobre la economía europea, las políticas del BCE y el futuro diseño de nuestra unión económica y monetaria.
Hasta en eso mintió, porque cuando el diputado de Izquierda Unida Alberto Garzón expuso la visión que tiene su grupo parlamentario sobre el asunto, Draghi se limitó a contestar contrariado con un: “¿cuál es la pregunta? Y no dijo nada más. Demostró de esa forma que no le importaba en absoluto la opinión de nadie. Él había ido al Congreso a sentar cátedra, no a debatir.
Fuentehttp://eduardogarzon.net/8-grandes-mentiras-de-draghi-en-el-congreso-de-los-diputados/
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lunes, 18 de febrero de 2013

¿Quién gobierna un país rescatado?


Por Alex Cabo Isasi
Cuando un estado miembro solicita asistencia financiera a la UE, se pone en marcha un mecanismo por el cual las decisiones del gobierno están condicionadas y supervisadas por técnicos enviados por la “troika”: el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la Comisión Europea, para garantizar el cumplimiento de los requerimientos en materia de consolidación fiscal y reformas estructurales.
Mientras los ciudadanos contemplan, entre resignados e indignados, estas decisiones de sus gobiernos, numerosos analistas consideran este control por parte de la troika un nuevo colonialismo en forma de protectorado económico. Una cesión de soberanía económica que desnaturaliza completamente la democracia. Ante este escenario, cabe preguntarse quiénes son los actores de ese “gobierno” externo y cómo se les ha elegido, para conocer los juegos de poder e intereses que limitan el poder de decisión de los estados rescatados.

FMI

El FMI es una institución formada por 188 países y fundada con el objetivo oficial de fomentar la estabilidad del sistema monetario internacional. Para prevenir las crisis del sistema, el Fondo lleva a cabo proyectos de asistencia técnica y supervisión de países en vías de desarrollo o en situaciones de posguerra, publica informes macroeconómicos sobre el mercado financiero y recomendaciones sobre la situación de las finanzas públicas de los estados. En este campo, algunos de sus errores más clamorosos han sido objeto de duros informes internos que han criticado su falta de previsión: la calificación del sistema financiero de Islandia como “robusto y resistente”, la invitación generalizada a seguir la línea de innovación financiera de EEUU y Gran Bretaña, la crítica a Canadá por su falta de audacia en ese mismo ámbito, o la minusvaloración de los efectos del pinchazo de la burbuja inmobiliaria norteamericana justo antes del derrumbe de las “subprime”.
Además, el FMI pone en marcha programas de financiación a aquellos estados que lo soliciten, cuya recepción por tramos queda condicionada al cumplimiento del programa específico de reformas neoliberales que el Fondo les recomiende. Es sobradamente conocida su labor en América Latina a partir de los años 80, actuación que se ha convertido en el paradigma de los múltiples fracasos del FMI.
Para facilitar estas ayudas financieras, el FMI dispone de los recursos que aportan los estados miembros, teóricamente en función del peso económico de cada país en la economía internacional. En función de dicha aportación se asigna un porcentaje de derecho de voto en el órgano directivo del Fondo: el Directorio Ejecutivo.
EEUU es el único país que, gracias a un derecho de voto del 16,75%, tiene la capacidad de vetar aquellas decisiones que requieren una mayoría cualificada del 85%.
El Directorio Ejecutivo está presidido por la Directora Gerente, Christine Lagarde, ex-ministra francesa de Economía durante la presidencia de Nicolas Sarkozy. Lagarde fue elegida por consenso por el Directorio Ejecutivo en julio de 2011 por un plazo de cinco años, para ocupar la vacante dejada por el desacreditado Dominique Strauss-Kahn, que a su vez, había tomado el relevo de Rodrigo Rato.

Comisión Europea 

La Comisión Europea es la institución europea, que entre otras funciones, ha de velar “por que se apliquen los tratados y las medidas adoptadas por las instituciones” europeas. Por esta razón, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) le encomienda la labor de vigilar el cumplimiento de las condiciones establecidas  en los rescates.
José Manuel Durao Barroso, político portugúes de centro-derecha, es el actual presidente de la Comisión, y fue elegido por mayoría simple del Parlamento Europeo, tras las elecciones europeas de 2009 (en las que se registró una participación del 43%), previa propuesta del Consejo Europeo.
 Los 27 comisarios que integran la Comisión, también son elegidos con la intervención del Parlamento y el Consejo Europeo, y deberían ejercer la función de garantizar el interés general comunitario con independencia de los intereses de los estados.
Sin embargo, aunque la Comisión ostenta poderes de ejecución y coordinación, la orientación política de las decisiones queda en manos de las instituciones intergubernamentales, como el Consejo Europeo y el Eurogrupo.
Y es en esas instituciones donde Alemania hace valer su mayor contribución económica (27,1464% equivalente a 190.000 millones de €) al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para dirigir y condicionar los acuerdos de asistencia financiera de la UE.

Banco Central Europeo

El BCE es presidido actualmente por Mario Draghi, que fue nombrado por el Consejo Europeo. El Consejo de Gobierno del BCE se compone por un comité ejecutivo formado por 6 personas (incluido el presidente), más los 17 gobernadores de los bancos centrales nacionales.
Las críticas al nombramiento de Draghi, que fue director ejecutivo del Banco Mundial y presidente del Banco de Italia, proceden de su etapa como vicepresidente y director general de Goldman Sachs International. Este banco de inversión colaboró con el gobierno griego en el maquillaje de sus cuentas públicas para poder entrar en el euro. Aunque Draghi ha negado su participación y no está probada su implicación directa en dicha operación, resulta cuestionable su idoneidad para presidir el BCE.
El BCE fue creado con el objetivo primordial de garantizar la estabilidad de los precios, y para ello los estados le cedieron su política monetaria, de manera que es el BCE quien tiene la exclusividad de autorizar la emisión de billetes y de fijar el tipo de interés oficial del dinero. Para aportar liquidez al sistema el BCE, a diferencia de la Reserva Federal estadounidense y del Banco Central de Inglaterra, no presta directamente a los estados, sino a los bancos, que han de ofrecer avales colaterales en forma de bonos de estados u otros activos de calidad en poder de los bancos. Este diseño neoliberal del Banco, que se basa en la creencia en el mercado como el asignador de recursos más eficiente bajo la premisa de una cierta homogeneidad de las economías de los estados miembros, ha fracasado por el incumplimiento de dicha premisa principal, y porque acaba convirtiendo la deuda de los estados en un activo especialmente proclive a la especulación financiera.
El capital del BCE es desembolsado por los bancos centrales de los estados miembros, en razón de su peso poblacional y económico, correspondiéndole a Alemania la mayor cuota con un 18,9373%, lo que le concede al presidente de su banco central, Jens Weidmann, un gran poder de presión y negociación, más allá de que los tratados europeos establezcan la independencia del BCE.

¿Democracia, tecnocracia, o plutocracia?

Estas tres instituciones: dos con un perfil más técnico-económico (BCE y FMI), y una cuyos dirigentes tienen un perfil más político (la Comisión), son las responsables de la supervisión y control de las decisiones de los gobiernos de los estados que recurren al MEDE. Dado que el procedimiento de elección de la Comisión Europea no es estrictamente democrático (sus integrantes no se presentaron a unas elecciones ciudadanas) y que además su labor es la supervisión burocrática del cumplimiento de unos “tratados genéticamente neoliberales“, la “troika” se constituye como un organismo de gobierno, o al menos de control, de carácter tecnocrático. Para algunos sectores de la opinión pública, esta cesión de soberanía en favor de los técnicos parece encontrar cierta justificación en el descrédito de la política. Pero además se basa en dos ideas discutibles.
Por un lado, en la confianza en la aplicación de la supuesta racionalidad de los criterios empresariales a la gestión pública, olvidando que en cuestiones públicas el objetivo no es maximizar el beneficio para los accionistas, sino promover “las condiciones (…) para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa”, como establece la Constitución española.
Y por otro lado, se basa en la dudosa creencia en la economía como ciencia independiente y desideologizada. Dudosa no sólo porque todas las hipotéticas soluciones económicas a la crisis pasen por nunca perjudicar los intereses de las élites. Sino especialmente, porque el ciudadano asiste a la mayor recesión desde el crack del 29 con la sensación de que los supuestos expertos “independientes” ni fueron capaces de evitar o prever el derrumbamiento del sistema, ni están teniendo el más mínimo éxito con las medidas económicas que están poniendo en práctica.
Esta confianza en la economía como ciencia independiente y eficaz es absolutamente contradictoria con la propia experiencia de la crisis. Es seguro que es necesaria una regeneración de la política, pero también es urgente replantearse el pensamiento económico dominante. La política está en crisis, es indudable, pero ¿no lo está aún más la economía? Necesitamos otros políticos, pero también otros economistas.
En definitiva, el ciudadano medio contempla esta cesión de soberanía con una mezcla de indignación por la percepción de que dichos organismos sirven a los intereses de ciertas élites o ciertos estados, y de desesperanza porque constatan que esas instituciones han puesto ya en evidencia su falta de eficacia.
Fuente: http://www.unitedexplanations.org/2012/11/05/quien-gobierna-un-pais-rescatado/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+unitedexplanations+%28United+Explanations%29
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domingo, 17 de febrero de 2013

La lucha contra el paro no es técnica sino política


Por Juan Torres López
Es así porque el paro no constituye un problema para todo el mundo. Lo es para quienes no encuentran trabajo remunerado en los mercados. Pero, curiosamente, lo que supone un grave problema para los grandes empresarios no es el paro sino el pleno empleo.
Es así porque, cuando se alcanza, los trabajadores son fuertes y están en condiciones de negociar con éxito las condiciones laborales, es decir de hacer frente al poder del que depende el bienestar y el beneficio de unos y otros. Aunque cueste creerlo, es por ello que a los capitalistas les interesa que haya niveles de paro elevados, pues así (aunque en conjunto ganen menos) tendrán en su mano el poder que necesitan para controlar a la fuerza de trabajo y su retribución.
Eso es especialmente necesario cuando los empresarios no están dispuestos a competir a través de la calidad o la innovación, como desgraciadamente ocurre con la mayor parte de la clase empresarial española. Entonces tienen que recurrir necesariamente a reducir salarios aunque es evidente que esa estrategia, empobrecedora, deben revestirla de algún modo para que sea fácilmente aceptable por la población trabajadora y por la sociedad en general.
El discurso que les permite eso es muy antiguo y consiste en afirmar que los salarios son uno de los costes principales de las empresas y que si éstos son elevados no podrán crear empleos. Así que si se quiere que los haya, habrá que aceptar que los salarios sean más bajos.
Por añadidura, se afirma que si los salarios son elevados, las empresas no tendrán más remedio que subir los precios, de modo que se producirá un peligroso proceso inflacionario que siempre hay que evitar. Y la conclusión será que deben establecerse normas que garanticen, por un lado, que los empresarios puedan reducir costes laborales constantemente, y, por otro, que todas las políticas del estado (y la fiscal y la monetaria, principalmente) deben dirigirse a combatir la inflación. Lo cual, dicen, se consigue reduciendo gastos, elaborando normas que flexibilicen los mercados y no permitiendo que los tipos de interés sean bajos.
Repetidas hasta la saciedad, estas ideas convencen pero la realidad es que son falsas porque se sostienen en un principio que carece de fundamento.
Parten, efectivamente, de una idea liberal del siglo diecinueve que afirma que el nivel de empleo solo depende de lo que ocurra en el mercado de trabajo. Si hay paro, dirán, es porque hay exceso de oferta de trabajo. Pero si los salarios bajan, entonces los empresarios contratarán a más trabajadores y desaparecerá el paro. Si éste existe será entonces “paro voluntario”, es decir, producido solo porque los trabajadores no quieren aceptar salarios más bajos.
Desde hace muchos años sabemos que esas ideas son falsas (incluso matemáticamente insostenibles) y que en realidad solo producen incrementos del beneficio empresarial. Podría ser que fuesen aceptables para una empresa en particular pero, a nivel de toda la economía, el nivel de empleo depende no solo de lo que ocurra en el mercado laboral sino, sobre todo, en el mercado de bienes y servicios. Por muy bajos que sean los salarios, si las empresas no tienen clientes (demanda) no contratarán a nadie. Y la mayor parte de la demanda la componen los salarios.
Aplicando estas ideas a la situación española deduciríamos que para combatir el paro son imprescindibles dos cosas. La primera, limitar el poder político de las grandes empresas que imponen su voluntad (su preferencia distributiva) al resto de la sociedad. Es decir, las que, para ganar más, en realidad están empeñadas en crear escasez artificialmente, escasez de actividad productiva que realmente satisfaga necesidades reales y escasez de empleo estable y de calidad. La segunda, garantizar demanda suficiente a las empresas que de verdad pueden crear empleo, que hoy día son las pequeñas y medianas que fundamentalmente viven del ingreso de los trabajadores nacionales.
Por tanto, lo mejor que se puede hacer para crear empleo en España es elevar los salarios, cambiando la pauta de distribución de la renta para hacerla no solo más justa sino más eficiente económicamente.
Ahora bien, esto no se podrá hacer si no se abordan otras dos cuestiones (para lo cual también se necesita anular el poder político de los grandes grupos oligárquicos). La primera, sustituir las actividades productivas que vienen actuando como motores insostenibles de la economía por otras que utilicen los recursos de otro modo y permitan consumir de forma más satisfactoria, equilibrada y humana. La segunda, controlar el dinero y las fuentes de financiación para ponerlas al servicio de la sociedad.
Fuente: http://www.nuevatribuna.es/opinion/juan-torres-lopez/la-lucha-contra-el-paro-no-es-tecnica-sino-politica/20130213122823088166.html
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